DÍA 1 - SIEMPRE BRILLARÁ
Cuando del clima se trata, todos tenemos diferentes preferencias. Para algunos, no hay nada como un caluroso día de verano con sol y el cielo lleno de nubes. Otros dirían que aman los días lluviosos, no necesariamente estar afuera en la lluvia, pero disfrutar la lluvia desde la comodidad de sus casas. De cualquier manera, la mayoría de las personas estarían de acuerdo que las tormentas no están dentro de la categoría de un clima deseable.
Ahora, mientras que el clima explica las condiciones externas y de la atmósfera, puede fácilmente representar lo que está pasando en el interior del alma de una persona. Algunos días son brillantes cuando todo marcha increíble, y otros días se pueden sentir como una tormenta. En la canción “Siempre Brillarás”, hay una letra en el coro que dice “Aún en medio de la oscuridad, tu luz por siempre brillará”.
En Isaías 60:20, Dios promete “No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque te será Jehová por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados”. Aquí, Dios quiere que confiemos en su Palabra, que nuestros malos días no durarán para siempre, y que Él será nuestra luz.
La Biblia nos dice que en el principio, la Tierra no tenía forma, estaba vacía y estaba cubierta en oscuridad. Después Dios dijo “Que exista la luz” y se hizo la luz. Desde el primer versículo en la Biblia, podemos ver que la oscuridad es vacía, hasta que ese espacio y vacío están llenos de luz. Después, en la Biblia, podemos leer en Juan 1:5 que “Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla”. De nuevo, Dios nos muestra que Él es nuestra luz, y que con Él la oscuridad no puede ganar.
Incluso sin la Escritura, a través de nuestra experiencia podemos dar fe, que cuando prendemos la luz en una habitación, echa fuera la oscuridad. En donde hay luz, no puede haber oscuridad. Podemos ver desde el inicio, y todavía hoy, que la oscuridad nunca ha podido y nunca podrá sobreponerse a la luz. Amo como David dice en Salmos 27:1 “El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré?”. Nos deja entrar en esta verdad con la confianza de que cuando parece ser el más oscuro de los días, no hay nada que temer. Jesús es nuestra eterna luz y días más brillantes están por venir.
Salmos 27:1
Juan 1:5
Isaías 60:20