SUEÑOS
“Dios puede hacer cualquier cosa, ya sabes, ¡mucho más de lo que puedas imaginar, adivinar o pedir en tus más locos sueños!”
Efesios 3:20-21
Dios te toma TAL Y COMO ERES
Solemos decir esto mucho en nuestro pequeño campus en Venice, CA.
“Ven como eres”... ¡pero no te quedes igual!
Es la única regla que tenemos en nuestra Iglesia.
Somos humanos y somos complicados. De alguna manera, sabemos cómo vivir múltiples vidas al mismo tiempo, somos una persona en el trabajo, otra diferente en la Iglesia, y otra diferente en casa. Tenemos un cuerpo, una mente y un alma que de alguna manera están interconectadas. Vivimos dentro del tiempo con un pasado que nos persigue y un futuro que nos asusta. Ser humano es complicado.
Yo no sé mucho de ti, pero yo algunas veces me pongo ansioso tratando de explicarle a Dios lo que está sucediendo dentro de mi corazón, mis preocupaciones, mis batallas, mis victorias, mis preguntas, mis pensamientos. Pero nuestra complejidad no es ajena a Dios. Encuentro esperanza en saber que Él me recibe, me toma, me invita tal y como soy. Puedo ser quien soy frente a Él. Esto tranquiliza mi mente. Puedo ser humano porque a Dios no le asustan mis preguntas o mis pensamientos, y tampoco le asusta que mis sueños dominen su gloria.
Cristo, doy gracias
Me tomas tal y como soy
Dios puso cerebros en nosotros y sueños dentro de nuestros cerebros. Sin embargo, esos sueños a menudo son demasiado pequeños y dejan poco espacio para Dios. Y la mayor tragedia no es solo no acceder a esos sueños, sino tener una postura errónea en nuestros corazones para recibirlos.
Ofrecemos nuestro corazón en agradecimiento y acción de gracias a Dios por los increíbles sueños que ha puesto dentro de cada ser humano que ha vivido, pero también ofrecemos nuestro corazón en gratitud por los sueños rotos, las piezas sin terminar, crudas e imperfectas que crean este MOSAICO llamado vida.
De todo lo que recibí
Y la bondad que encuentro en ti
Es tu presencia mi lugar
Al final, cada bendición, cada sueño, nuestra vida entera, los millones de “gracias” y “lo siento”, todo lo que nos hace humanos, lo levantamos hacia él como un hermoso acto de rendición. Ese es nuestro acto de adoración. Ese es nuestro sueño.
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Efesios 3:20-21
20 Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, 21 ¡a Él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén.
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